viernes, 8 de febrero de 2013

CAPITULO 4 - Pagina 3

Parecía fallar algo en el coche pero entendía por que, el coche no desaceleraba solo aceleraba más, llegamos a estar a 160 km/h en plena carretera sin control, el freno no funcionaba, en un arrebato, David cogió el volante y estrello el coche contra un árbol, al momento saltaron los airbargs.
- ¿Qu...Que cojones? - dije aturdido
- Uff casi no lo contamos - dijo David preocupado.
Salimos del coche que tenia el morro empotrado contra el árbol.
- ¿Y ahora que hacemos? - dije aturdido y preocupado.
- Llama a la grúa y llevalo a un mecánico - dijo David.
- A la Grúa...¿conoces algún mecánico de confianza? Este coche ha vivido mucho conmigo, es como mi hijo... - dije muy preocupado.
- Llama a Pablo Borela, es un mecánico de la ciudad que triunfo en Houston hace unos años - dijo David con seriedad
- ...¿Pablo Borela? Me suena ese nombre, le llamare pero la cosa es que sea como sea este lugar no es seguro y el coche puede haber sido trucado o peor... - dije preocupado marcando el número en el teléfono.
A los pocos minutos llego la grúa, se bajo el mecánico.
- Pablo Borela, mecánico a su servicio - dijo un joven chaval con un tono alegre.
Pablo Borela era un poco mas alto que yo, tenia una barba un tanto curiosa y un flequillo que llamaba la atención, era moreno con aspecto robusto, venia vestido con un mono de trabajo de mecánica.
- Mira, necesitamos tu ayuda para el coche tío, no se que ha podido pasar... - dije preocupado
- No hay reto que no pueda solucionar - dijo Pablo - aunque usted me suena mucho y su compañero también.
- No se de que... - dije aun preocupado por el coche
- Yo si que te recuerdo, Pablo Borela, yo soy David...un antiguo colega ¿te acuerdas? - dijo David con inmensa alegría al reconocerlo.
Comenzaron a darse abrazos y a contarse historias de series, en cambio mi primo no revelo mi identidad.
- Bueno David, voy a hacer mi trabajo - dijo Pablo mirando el coche. - Creo que lo tendríamos que llevar a mi taller... - dijo mirando el coche exteriormente.
De golpe empezó a oír un sonido *bep bep bep* desde el capó del coche, el sonido era lento y pausado, como si fuesen los latidos del corazón en reposo.
- Voy a ver si el motor ha sido dañado - dijo Pablo y al abrir el capó se quedo pálido de golpe...