domingo, 30 de diciembre de 2012

CAPITULO 1: Página 2

Montado en el coche del Tito fuimos camino al bar "Niebla", un bar de muy mala reputación de la ciudad de Huelva que tras varios años de ruina fue cerrado y reformado por una afamada Policía de la ciudad.
- Tito, porque vamos al bar "Niebla", ¿esa vieja gloria sigue vendiéndote ese ron de calidad? - dije tras darle un trago al termo de café
- Si tío, como no...ya sabes que tras aquella estúpida ley seca, el ron y el whisky se volvieron bebidas de Reyes - dijo con notable seriedad - aunque...uno es un viejo cabrón ¿no? - dicho esto comenzó a sacar de debajo de su asiento un montón de botellas de ron de baja calidad, el único ron vendido legalmente con receta.
- ...Eres gilipollas...¿olvidas mi plac....? Baah olvidalo...eres idiota pero bueno, aún así no diré nada por nuestra amistad - dije con gran seriedad
- Jaja aún guardas viejos recuerdos eh, te encontraras más de una sorpresa en el bar Niebla...más de una...

 - Sorpresas....¿Que tipo de sorpresas Tito?
- Sorpresas como ¡esta! - dijo mientras empezó a acelerar y derrapar antes de entrar en la ciudad
- ¡Maldito hijo de ...."
Seguimos  hasta la ciudad y llegamos al famoso bar "Niebla", estaba bastante iluminado haciendo un gran contaste con las frías y desoladas calles de ese barrio de Huelva.
- Venga, venga, no te cabrees que ya hemos llegado al lugar de encuentro - dijo riéndose de la sorpresa anterior
- Entremos ya en este sitio, aunque antes dejame hacer una cosa - dije con seriedad
Me propuse a guardar todo lo que llevaba del curro y a ponerme un abrigo para ocultar mi identidad ó como mínimo en donde trabajo.
- Ya podemos entrar Tito - dije en tono alto
- ¡Joder! Si que has venido bien preparado para la ocasión - empezó a reírse mientras entrabamos.
El Bar Niebla fue restaurado por una Policía de la ciudad que decidió que esa vieja gloria, herencia directa de sus abuelos, bar que había sobrevivido a la guerra civil incluso, debía volver a brillar como antaño.
- ¿Héctor? Como tu por aquí - dijo la mujer con gran asombro - Y quien es tu amigo, me suena su cara pero no recuerdo de que...y es raro, no se me suelen olvidar las caras con facilidad...
- Eres así con todos tus clientes Lucía? así los espantaras - dijo bromeando Tito
- Con espantarte a ti, tengo más que suficiente, además ya sabes que yo solo mando aquí en mi tiempo libre, de esto se encarga mi hermano, yo estoy...de paso  - dijo entre risas la misteriosa mujer
- Me traes a sitios raros de cojones Tito - dije yo asombrado por la situación.
- ¿Quien es este Héctor?...que tío mas serio...¿te pongo lo de siempre? - dijo Lucia con un tono más serio
- Claro, ya sabes mis manías de beber en un bar como este mi bendito cacique en copa de balón - dijo Tito con cierta voz señorial
- A mi ponme un Jack Daniel's con dos hielos - dije yo con voz calmada
- Esa voz me suena... - dijo Lucia - Tu eres Ser... - iba a decir mi nombre hasta que le interrumpí - Ángel, mi nombre es Ángel.
- Ángel...bah cosas mías... - Dijo Lucia mientras se disponía a servir las copas
En ese momento Lucia tuvo un lejano recuerdo de su adolescencia, se giro, sonrió y sirvió las copas...